Apuntado a comedor (del cole)

En la vida hay pequeños detalles que son los que te encaminarán a ser un pringado durante toda tu vida o ser un vacilón avispado que sabrá prever muchas desgracias. Lo malo de esta última rama es que te suelen espabilar a hostia limpia (como en mi caso, que la hostia era con guante). En esta rama entra el tema de...estar APUNTADO A COMEDOR EN EL COLEGIO. Así es, o matas o te matan; la ley de la jungla.

Tras apuntarse desde los 6 años vas aprendiendo cosillas, que determinarán si tu tiempo de recreo dura media parte o el partido entero. Por ejemplo: aquí un servidor, a la edad de 7 años escogía la fruta según su superficie curva...el día que había naranjas llegaban a rodar incluso hasta la salida. Siempre ganaban las naranjas que llevaban pegatina (no sé por qué pero siempre dio confianza) ya que tenían patrocinadores. 

Ejemplo: los vasos cuantos más opacos mucho mejor. En un vaso de 30 cl. cabía un 1º, un 2º y par de postres que te habían clavado los de tu mesa por no estar atento. Jaja, qué cara se les quedaba a los "hermanos (hermanos había que llamarlos, esa gente hacía de todo salvo comportarse como un hermano mío)" cuando le daban la vuelta al vaso y estaban las lentejas enteras, aquel vaso parecía el bolso de Mary Poppins.

El pan. Lo más grande posible y si era pico muchísimo mejor, otro pozo sin fondo. Lo le ponías la "tapa" (la miga) y listo.

La servilleta, gran aliado pero ¡¡ojo con los primeros platos!! suelen ser líquidos (y verduscos...puaj) y rompen el fino papel. Si te pasase eso antes del EXAMEN de la revisión, no lo dudes: al suelo con ello y cuanto más lejos de ti y más cerca del delgadito del curso mejor. Lo malo de esto es que si te quedabas atrás llegaba un momento que daba cosa apoyar la suela de las zapatillas en el suelo, eso era un campo de minas.

Por supuesto, esto es fácil de aplicar y todo muy bonito y precioso desde este punto de vista, pero nos dejamos lo más importante...el EXAMEN DE LA REVISIÓN, justo antes de las tan solicitados estantes para las bandejas. Ahí es donde está tu potencial.

Hay que pasar delante de la mirada del "hermano" o de la becaria de turno con aires (Ay Yolanda! nunca olvidaré tu bonita cara de perro!). Es decir, con relativa prisa pero sin correr, que note que tú no deberías ser requisado para dicho examen, que es un ultraje que te lo hagan a ti. Se debe mirar al destino, a los estantes NUNCA A LA CARA DEL EXAMINADOR...huelen el engaño y el miedo...están adiestrados como perros de presa, como moscas de presa.

Dicho esto ya podéis ir a salvar muchas vidas de hermanos pequeños, primos o incluso hijos. No obstante os voy a descubrir la táctica de las tácticas, la infalible: cuando haya sustitución de examinador (no siempre hay) es el momento, aunque ni te hayas sentado a la mesa: CORRE a dejar la bandeja, corre como nunca lo has hecho, y no pares hasta la salida. Al día siguiente no se acuerdan. Yo me acuerdo que cuando había cambio de examinador en mi cole corríamos más que en el examen de gimnasia pero sin la sensación de querer echarlo todo (no había nada que echar).

*Anécdotas VERÍDICAS: -un amigo mío (el típico Nelson del cole) llegó a pegar los espaguettis (con mucho ketchup) al techo del comedor y tener que limpiarlo con una fregona.

-Gente de edad (en la ESO y bachillerato) se metía la "comida" en la boca como un salvaje e iba medio llorando hasta la salida con la boca que iba a reventar. Salían del comedor iban corriendo al baño y en vez de tirarlo al inodoro como hacíamos muchos, la rabia se apoderaba de él y lo estampaban contra la pared del baño, a modo de graffiti.

-Llego un año en el cole en el que prohibieron dar servilletas y pan durante 2 cursos enteros por conocimiento de los truquitos que expliqué antes.

-Yo por ejemplo, le tenía más miedo a que se cayese la bandeja del comedor que a que me expulsasen un día.

La verdad es que tengo mucho más material, pero soy como la ropa cómoda: "de cansado fácil".

Espero haberos recordado muchas anécdotas a muchos y no crearos depresión (muy probable).